En el país donde el aparato judicial es poco confiable
CÉSAR A. LUQUE F.
01/09/08
En la antigua Grecia existió en el año 800 a. C. aproximadamente un gran escritor, Hesíodo que en una de sus obras de palpitante actualidad, Los trabajos y los días, dirigida a su hermano Perses por haberle arrebatado su herencia a través de una componenda judicial, en la que participaron los administradores de justicia de le época, los reyes a quienes por ese hecho calificó de “hombres devoradores de presentes o regalos” por haber cedido ante la corrupción a consecuencia del ofrecimiento de unos regalos o presentes, los que hoy reciben muchos administradores de justicia nuestros, sin siquiera sonrojarse. Un ejemplo, algunos de los jueces civiles que tienen sus despachos llenos de procesos ejecutivos hipotecarios iniciados por los bancos contra sus deudores que se ven imposibilitados a pagar las altas cuotas de sus viviendas, que en diciembre ven desfilar mensajeros con grandes cajas repartiéndoles regalos por sus logros durante el año, el desahucio de miles de familias colombianas.
También son devoradores de regalos los fiscales que habiéndose presentado al concurso para acceder a la carrera judicial, debido a que son provisionales desde que se creó la entidad acusadora, no pasaron un 65% el examen y pretenden quedarse en los cargos, sin tener los conocimientos para ello y lo que es más aterrador despachan hoy sin tenerlos, sometiendo a la cárcel a miles de colombianos entre ellos líderes sociales, sindicales, opositores al gobierno, gente del común, cambiándoles sus vidas negativamente, poder al que han llegado porque un politiquero con influencia en la Fiscalía antes manejada por un brujo, Armando Martí pagando algún favor los hizo nombrar, donde además acceden a algunos regalos.
No es sino ver alrededor. El hermano del actual Ministro del Interior y Justicia, Fabio Valencia Cossio, Guillermo León Valencia Cossio siendo director de todos los fiscales de Antioquia, los encargados de investigar los delitos cometidos allí fue gravado por miembros de su propia institución y una organización policial de Inglaterra, hallando que hablaba con un empresario sobre la forma en que se sacaría del organigrama de la organización criminal dirigida por alias “Don Mario”, hermano del “Alemán”, a uno de los principales miembros, recibiendo como presente una cuatrimoto de 40 millones de pesos. Contrario a lo que cualquiera pudiera pensar, su jefe el Fiscal General Mario Iguarán Arana no lo destituyó sino que lo traslado a Tunja, como si esa ciudad sólo tuviera derecho a tener un fiscal corrupto como director de esa seccional, donde debido a la presión finalmente renunció, aunque el pusilánime Fiscal General ahora diga que lo destituyó, quedando pendiente la investigación penal en su contra que vaticino no tendrá ningún resultado. Su hermano lo ha venido recomendando como una buena persona y eso será suficiente.
Otro caso del que algún día de pronto sabremos hubo presentes de por medio es el del ex senador y presidente del Partido Colombia Democrática, Mario Uribe Escobar primo del Presidente que fue detenido por orden del Fiscal Delegado ante la Corte Suprema de Justicia, Ramiro Marín. Fue dejado en libertad por orden del Vicefiscal Guillermo Mendoza Diago al desatar un recurso de apelación contra la resolución por medio de la cual se le había resuelto su situación jurídica, hecho que por su manejo mediático suscito la renuncia del fiscal Marín.
Este funcionario judicial, Mendoza Diago fue el mismo que redactó la resolución que precluyó la investigación en contra del general Rito Alejo del Río, hoy detenido por orden de otro fiscal, intervención que ahora intenta desconocer al decir que esa providencia la suscribió el Fiscal General de entonces, Luis Camilo Osorio, lo que es cierto, pero quien se la hizo fue él, con lo que los debían responder. Pero eso no es lo único que pone en entredicho sus actuaciones, también lo es que fue uno de los investigadores del ex gobernador de Sucre, Salvador Arana a quien mantuvo libre hasta que otro fiscal ordenó su captura por la muerte del alcalde del municipio del Roble, Eudaldo Díaz quien en un Consejo Comunal denunció ante el Presidente de los colombianos que iba a ser asesinado y que Arana era el interesado.
Asesinado Díaz, su asesino fue nombrado por Uribe Vélez en la delegación diplomática de Chile, de la misma forma que fue premiado Luis Camilo Osorio de quien Uribe alguna vez sostuvo que por ser tan buen funcionario se debía clonar, Dios nos libre y guarde, ya que ese señor siempre estuvo al servicio de oscuros intereses al frente de la Fiscalía General de la Nación y ante la impunidad que en su caso se da, muy seguramente sea uno de los primeros en responder ante la Corte Penal Internacional.
Entonces las decisiones de Mendoza no despiertan polvareda por primera vez, ya que han sido varios los episodios en que se ha visto envuelto y continúa despachando al lado del Fiscal de “bolsillo” que tiene el gobierno, siendo la última la de declarar inocente a Luis Carlos Ordosgoitia así firmará el “pacto de ralito”, por qué según el inocente no se refundo la nación, siendo ese pacto entonces inútil y estéril. Así se abre otro boquete para que los parapoliticos salgan bien librados como quiere el gobierno nacional.
En la misma obra citada, el griego sostenía con todo el acierto, que la diferencia entre el hombre y los demás animales es la justicia, siendo que remplaza la ley del más fuerte propia de las bestias, pero no de los hombres. Para él la injusticia no solamente afectaba al vencido fruto de torticeras maniobras del juzgador, sino a toda la sociedad, sociedad que siendo justa es feliz, pero siendo injusta es el escenario de la tristeza y el dolor de sus integrantes. Para la muestra un botón, Colombia sin justicia lleva el peso de millones de colombianos que sufren diariamente bajo la mirada indiferentes de quienes nos mal gobiernan empezando por Uribe Vélez y continuando con su esbirro José Obdulio Gaviria y su fotocopia Andrés Felipe Arias y el ministro de la desprotección, Diego Palacio.
Nota: Asonal Judicial se equivoca apoyando con el paro judicial a los fiscales que perdieron el concurso demostrando lo que sabíamos quienes nos vemos todos los días afectados en forma directa o indirecta por sus decisiones. Que son incapaces, que ven la justicia con desprecio y que están allí no por méritos sino por el pago de favores. Gran diferencia existen entre la Asonal que fundara el maestro Jaime Pardo Leal y la actual.