El golpe de Estado del 13 de junio de 1953
César A. Luque F.
09/08/08
A veces cuando la situación es tan oscura como la que vivimos es bueno acudir a la historia para analizar episodios de nuestra vida, no sólo la personal, sino aquella colectiva, la de una ciudad, una región o una nación. En este caso la de nuestro país cuando después del asesinato del líder popular, Jorge Eliécer Gaitán Ayala quedamos sumidos en una profunda crisis, mayor a la que ya padecíamos desde que el Partido Conservador había llegado al poder en 1946 aprovechando la división liberal por intermedio de Mariano Ospina Pérez, que se hizo acompañar del ministro Laureano Gómez, conocido por muchos como el “monstruo”. En el poder, pero sin contar con las mayorías el gobierno se dedicó a crear una mayoría así fuera por las armas y mediante la disminución física de los liberales, época conocida como la Violencia.
La oligarquía liberal – conservadora libre de la presencia del líder popular tranzó, forma que siempre ha utilizado para gobernar a espaldas del pueblo, negociación que tuvo poco aliento ya que finalmente los liberales abandonaron el gobierno para irse a la oposición lo que suscito el cierre del Congreso en 1949 por parte del presidente Ospina Pérez. Ese hecho sumado al asesinato del hermano del candidato presidencial liberal, Darío Echandía desembocaron en la renuncia a las elecciones presidenciales del partido rojo. Con el camino libre el Partido Conservador alcanzó la victoria por intermedio de Laureano Gómez para cumplir el periodo presidencial constitucional de 1950 – 1954, aunque otra cosa le tendría deparado el destino.
En el poder Gómez se vio aquejado de una grave enfermedad que lo obligó a dejarlo en manos del designado el también conservador, Roberto Urdaneta Arbeláez un diplomático de carrera, no sin antes haber confirmado el cierre del Legislativo convocando en su reemplazo una Asamblea Nacional Constituyente y Legislativa de bolsillo. Con Urdaneta Arbeláez en el poder se dio la captura de Felipe Echavarría acusado de tener una lista de personas en una caja de bocadillos, a quienes se les iba a hacer un atentado. En la supuesta lista estaba el teniente general, Gustavo Rojas Pinilla. Echavarría, que era amigo de Laureano, fue puesto a manos del G2, siendo tortura al sentarlo sobre bloques de hielo. Al Ejército se le solicitó su entrega, petición que negó.
Debido a que el Ejército no entregaba a Echavarría, Laureano Gómez decidió intervenir en defensa de su amigo. Le dirigió una misiva a quien lo remplazaba en el Palacio Presidencial solicitándole que destituyera al teniente general, Rojas Pinilla cosa que no hizo en designado. Entonces Gómez decidió reasumir el poder presidencial el 13 de junio de 1953 a eso del medio día, poniendo a consideración de todos los ministros la destitución del militar, la que no fue acogida por ellos. El presidente los increpó diciéndoles que si eran partidarios de la tortura, procediendo a nombrar a Jorge Leyva, padre de Alvaro Leyva Durán, Ministro de Guerra quien para posesionarse de su nuevo cargo se dirigió al Batallón Caldas para su reconocimiento siendo allí tomado preso, momento en el que el presidente abandonaba el Palacio, quedando en él Urdaneta ya sin poder alguno.
A las seis de la tarde Rojas Pinilla avisó que iría al Palacio de la Carrera acompañado de todos los oficiales de las Fuerzas Militares, solicitando que allí se hicieran presentes Mariano Ospina Pérez y Gilberto Alzate Avendaño. Rojas pidió que Urdaneta continuara en el gobierno, prometiendo el apoyo del Ejército, oferta que rechazo Urdaneta ya que ella conllevaba ordenar la detención de Laureano Gómez. Entonces sin violencia alguna el teniente general, Gustavo Rojas Pinilla comandante del Ejército tomó posesión del cargo de Presidente de la República, por un golpe de Estado, que los diplomáticos políticos que lo apoyaban calificaron de golpe de opinión. Rojas entonces dijo: “No más sangre, no más depredaciones. No más rencillas entre los hijos de la misma Colombia inmortal”.
Así terminó el 13 de junio de 1953, después de haber tenido Colombia tres presidentes en un solo día, el designado, Urdaneta Arbeláez, el presidente titular, Laureano Gómez que al no lograr la destitución del teniente general Rojas Pinilla asumió el poder y en la noche, el mismo Rojas Pinilla quien por un golpe militar se quedaría en el Palacio hasta el 10 de mayo de 1957, cuando cayó su dictadura a manos de casi los mismos que habían apoyado su asunción al poder y Laureano Gómez y Alberto Lleras Camargo, quienes implementaron el Frente Nacional, una quizá de las principales causas de nuestros males nacionales.
Excelente refresco de historia.
Gracias señor César
La lucha sigue
Pues muy interesante el artículo no sabía cómo hizo el General para tomarse el poder, muy bueno.
Muy buen Artículo, gracias por contarnos esa parte de la historia de nuestro País.
Claro que si, ahora más que nunca. Y la lucha también es por el conocimiento, para acabar la ignorancia que tanto daño le ha hecho al país