A propósito de la aparición del artículo “El país de José Obdulio”, junto a la entrevista que diera el pasado fin de semana a El Espectador.
César A. Luque F.
26/09/08
Siendo que José Obdulio Gaviria es el principal asesor del Presidente Álvaro Uribe Vélez, el por muchos calificado como “mejor presidente de toda la historia”, causa por lo menos inquietud que se refiera a los colombianos con tanto desprecio, tratando siempre de descalificar nuestra inteligencia, desafiando las mínimas reglas de la lógica.
Muestra de todo lo anterior es el artículo publicado en la Revista Cambio, de la Casa Editorial El Tiempo, ahora propiedad de la Editorial Planeta, donde labora el hijo de Obdulio, que dio para portada titulado el “país de José Obdulio”, donde muestra a nuestro país bajo el gobierno de su jefe, como el de “Alicia en la país de las maravillas”, verborrea que fue complementada con la entrevista que apareció el pasado fin de semana en El Espectador, donde habló de lo humano y lo divino, sabiendo como sabe, que está fuera del alcance de cualquier órgano de control, debido a que tiene un contrato de prestación de servicios con la Presidencia de la República a través de un organismo internacional, pero no es funcionario y por tanto no es sujeto disciplinable.
En el artículo de Cambio, señala el asesor presidencial, primo del extinto capo del Cartel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria y de su hermano Roberto; hermano de dos personas condenadas en EE.UU. por narcotráfico y también del últimamente involucrado con el autor intelectual, Luis Carlos Molina, del asesinato de don Guillermo Cano, director del diario El Espectador, que en Colombia no hay, ni ha habido un conflicto armado; que ya no hay paramilitares, ya que todos se desmovilizaron; que las FARC desaparecieron, existiendo apenas unos reductos de terroristas; que aquí no se asesinan sindicalistas; y lo que es más asombroso que en Colombia no hay desplazados, sino migrantes y que los abogados para ganar jugosos honorarios se inventaron los asesinatos contra miembros de la UP.
En El Espectador sostuvo que la reunión en el “Palacio de Nari” entre el abogado de “Don Berna”, Oscar I. Palacio, el jefe de prensa de Palacio, el “curita” César Mauricio Velásquez, junto al Secretario Jurídico de la Presidencia, Edmundo del Castillo con el ex gobernador el Cauca, Juan José Cháux, todos acompañados por el recientemente asesinado líder paramilitar, JOB, es un trámite natural de política pública, despachándose en los peores términos contra el hoy senador Rodrigo Lara Restrepo, llegando a tildarlo de perro que ladra y no muerde, siendo que antes era zar anticorrupción, cargo al que renunció luego del manejo turbio de unas pruebas del caso del asesinato de su padre del Ministro de Justicia, Rodrigo Lara por parte del asesor presidencial, pasando de ser un consentido a un enemigo.
En esa misma entrevistas sostiene cínicamente que apoya en forma irrestricta al reelección presidencial en el 2010, cuando antes había dicho estar en contra de ella, sosteniendo que ella no afecta los pesos y contrapesos que debe tener cualquier Estado para el ejercicio del poder, pero que aquí ya están todos en manos del Presidente de la República; señala al intelectual James Petras de pertenecer a las FARC, de la misma que sin mayor empacho tacha al rector de la Universidad Distrital dando a entender que tiene simpatía con las FARC, como tacha a quienes denunciaron a los socios políticos del Presidente que llegaron a ocupar escaños en Senado y la Cámara de Representantes con apoyo paramilitar, diciendo finalmente que sus contradictores son unos ignorantes.
Gaviria considera a sus contradictores ignorantes, creyendo que de esa forma los descalifica, siendo que todos de una u otra forma lo somos, ya dijo Sócrates “yo solo se que nada se”. Ignorante es aquel que no conoce algo siendo valida esa condición, la que si no es valida es la de miserable, condición incompatible con el poder, siendo José Obdulio Gaviria uno de los mayores representantes de este tipo especimenes gubernamentales. Nadie que no sea un miserable puede sostener que Colombia no tiene 3.5 millones de desplazados, siendo el segundo país del mundo con más desplazados, los que no son migrantes como él los quiere hacer ver. Son desplazados por los grupos armados que apoyaron a políticos como Mauricio Pimiento, Eric Morris, Luis Eduardo Vives, Alfonso Campo, Miguel de la Espriella (compadre del presidente) todos condenados y pertenecientes a la coalición de gobierno que sigue los “dogmas” del Rasputín del “Palacio de Nari”, como es miserable desconocer el genocidio que se dio contra los miembros de la UP donde participaron narcotraficantes, paramilitares y miembros de la Fuerza Pública en servicio activo.
También justifica la calificación de miserable a Obdulio que desconozca la muerte de unos 2550 sindicalistas desde 1986, siendo algunos de los últimos, Leonidas Gómez, Luis Mayusa Prada y Guillermo Rivera, éste último al parecer a manos de miembros de la Policía Nacional y que desconozca que en Colombia existe un conflicto armado desde la década de 1940, todo fruto de las grandes desigualdades que vive el pueblo colombiano, que en más de un 60% vive en la pobreza y más de 15% en la indigencia, mientras los grandes conglomerados que apoyan al gobierno nacional cada año multiplican sus dividendos, muchos a expensas del Estado, y en general del pueblo, caso sistema financiero, compradores de empresas públicas privatizadas, inversionistas extranjeros libres de impuestos, medios de comunicación, para citar unos pocos.