LA COLOMBIANA, UNA SOCIEDAD HIPOCRITA

El narcotráfico carcome la sociedad moralmente, pero la sostiene económicamente

César A. Luque F.
26/07/08

Alguna vez le escuche un chiste a un humorista que representaba el papel de un político, donde hacía exaltación de su personalidad. Decía que le importaba tanto la moral, que tenía doble moral. Eso parece que no solamente le pasa al personaje representado por el repentista, sino que parece un mal nacional. Colombia parece estar presa de la doble moral, lo importante es parecer, decir una cosa y hacer otra.

Conmigo muchos no estarán de acuerdo, por eso intentare mostrar algunos casos que ilustran mi afirmación, que de primera mano podría ser afrentosa o injuriosa como dirigían hoy, resaltando que no es un mal únicamente de nuestra sociedad, sino de gran parte del mundo. Sin caer en la generalización el caso pasa en la cotidianidad, pero lo más grave pasa en la toma de las decisiones sobre las políticas públicas que se han de adoptar en el país, es decir, el modelo de país que queremos. Se persigue al narcotráfico por política de Estado, incluso pretende el presidente Uribe Vélez que sea penalizada la dosis personal de droga (menos de 20 gramos de marihuana, 1 de cocaína, 1 de heroína), mientras grandes grupos de la sociedad colombiana añoran y no pierden oportunidad de hacer negocios con quienes se dedican a ésta actividad hasta ahora delictiva, pero que algún día deberá ser legalizada como lo fuera en su oportunidad la venta de wisky a lo que se dedicaba el mafioso estadounidense Al Capone, tan popular por la persecución que contra él dio el gobierno gringo, para hoy disfrutar de esa bebida en las reuniones sociales de mayor elegancia.

Aunque se persiga a los narcotraficantes y se diga que es un rotundo éxito esa lucha, la realidad es otra, es un fracaso total esa política que no hace sino darle gusto al gobierno de los EE.UU. que no se interesa por sus más de cuarenta millones de adictos, sino por las repercusiones económicas que trae que miles de miles de millones de dólares abandonen sus fronteras y lleguen a parar a las arcas de colombianos que han levantado grandes fortunas que irrigan todo el ciclo económico nacional, mientras más y más hectáreas de bosque nativo es sacrificado para sembrar coca, lo que no ocurriría de ser legal su producción y de dedicarse el Estado ha adelantar políticas que impidan a las juventudes caer en la adicción.

Hoy nadie conoce a quienes se han dedicado al narcotráfico o las actividades colaterales, aunque hayan gozado de sus beneficios. Los banqueros niegan haber tenido en sus arcas sus dineros, cuando son ellos los que les han permitido volver su negocio el más rentable; los equipos de fútbol niegan haber comprado sus mejores jugadores con dineros provenientes de tan fructífero negocio; los políticos insistentemente repiten que no conocen personas dedicadas a tales actividades, por el contrario sostienen haber liderado la lucha en su contra, cuando meses antes de cada elección los buscan para que les financien sus campañas, salvo contadas excepciones; las grandes casas de modelos viven de las jugosas sumas que pagan los capos por tener a su lado a algunas de las modelos más cotizadas, las que apenas aceptan cierta cercanía pero nunca haber recibido suntuosos regalos como apartamentos, carros costosos, viajes, reinados; los modistos se hacen ver en la televisión con el dinero que les pagan por estrafalarios vestidos para las modelos, pero todos niegan haber tenido que ver con el negocio; los abogados que en un Estado de derecho tenemos la obligación social de defender a cualquiera que este acusado en un proceso dejan ver su lejanía con quienes son procesados por esos delitos, siendo que son las personas investigadas por delitos de narcotráfico los que mejores honorarios pagan.

Así diferentes miembros de la sociedad muestran su repulsa por quienes se dedican a cualquiera de las actividades relacionadas con el trafico de drogas, pero reciben mirando para otro lado los beneficios económicos, los médicos cirujanos que operaran a las mujeres de capos para llenarlas de silicona; los que venden tierras; los urbanizadores de costosas casas y apartamentos; los vendedores de suntuosos carros; los hoteles caros; los centros turísticos; los importadores de licores de alto costo; los dueños de las discotecas, restaurantes, centros nocturnos; los industriales y grandes agricultores que han utilizado dineros “calientes” para impulsar su negocio; los cantantes que son contratados para amenizar sus fiestas; los vendedores de relojes y joyas a precios inaccesibles a un cristiano común; los vendedores de armas incluidas hasta entidades del propio Estado y lo que es más grave algunos policías y militares, desde policías y soldados rasos hasta generales, que viven en condiciones que no les alcanzaría con su sueldo, algunos fiscales, algunos jueces, algunos políticos regionales y nacionales, incluyendo algunos que han llegado a cargos de ministros, superintendentes y porque no se podría alguien preguntar que Presidentes de la República, junto con periodistas, árbitros de fútbol, miembros del toreo, el arte y muchos otros sectores.

En general nuestra economía esta cruzada por los dineros provenientes del narcotráfico que pagan quienes consumen drogas alrededor del mundo, pero que a la hora de responder sobre la legalización del tráfico de drogas se escandalizan por ser dizque contrarias a la moral y la ética. Esa es una forma de doble moral, se condena el tráfico de drogas pero se espera conseguir algo de los dólares que se obtienen de ese negocio, mientras que EE.UU. no le importa el creciente número de sus ciudadanos adictos a las drogas que tiene sino el dinero que sale de su país para llegar a economías del tercer mundo como la nuestra. No es sino ver el tratamiento que le han dado a gran parte de los más de 700 extraditados de nuestro país al del norte, quienes en desarrollo del pragmatismo propio de los gringos negocian sus penas, entregando dinero fruto de sus actividades para ser condenados a penas irrisorias, con la promesa de residencia allí para ellos y sus familias, contrario a lo que ha pasado en los casos de Sonia y Simón Trinidad, que no teniendo dinero para entregar al Tesoro de los EE.UU. fueron condenados a penas de por vida, por lo menos el segundo, mientras Don Berna, Mancuso, Jorge 40, Cuco Vanoy, Hernán Giraldo y los otros paramilitares narcotraficantes negocian su pena. Algunos narcos ya incluso han recobrado la libertad y se dedican a actividades tan lucrativas como escribir libros sensacionalistas llevados a la televisión, como Andrés López y su “Cártel de los Sapos”, que tanto éxito da a una programadora de tv que ahora gana a consecuencia de tan “maldito” negocio.

Hoy más que nunca Colombia debía liderar una cruzada mundial para legalizar el tráfico de drogas única forma para que dejara de ser tan lucrativo y se rigiera por las reglas de la oferta y la demanda, lo que lo convertiría en un negocio más como la venta de cigarrillos, licor, armas. De esa forma podríamos abandonar la famosa guerra contra las drogas que no nos ha dejado sino dolor y muerte. Han caído en ella policías, militares, fiscales, jueces, abogados, traficantes, industriales, paramilitares, guerrilleros, gente del común, me pregunto ¿para qué?, si el negocio va en aumento y los capos muertos o capturados son rápidamente sustituidos por nuevos líderes que demuestran muchas veces peores formas de traficar, asesinando, fomentando la corrupción y en general el derrumbamiento de la sociedad. Un gobierno que ha favorecido a los paramilitares que trafican droga, pretende penalizar al ciudadano que para desgracia de él y la de su familia ha caído en la adicción por falta de políticas públicas que eviten el consumo, es una cruel paradoja, o mejor una muestra fehaciente de doble moral.

Nota: Cuando será que la Policía Nacional explica su participación en el secuestro y posterior asesinato del líder sindical de los trabajadores públicos de Bogotá D.C., Guillermo Rivera F. Esa explicación la deben los generales Palomino y Naranjo a los que tanto les gusta hablar en los medios.

                                                                                   cesarluque@yahoo.com   

Total Page Visits: 407 - Today Page Visits: 1