El escándalo de la Handel en 1945 le costó la presidencia a López Pumarejo
César A. Luque F.
23/04/09
Entre 1934 y 1938 el liberal Alfonso López Pumarejo hizo un gobierno bastante progresista bajo la consigna de “revolución en marcha”, siendo reelegido para el periodo 1942 – 1946, viéndose obligado a renunciar por el escándalo de la Handel en 1945, escándalo que consistió en que dándose en Europa la II Guerra Mundial, se había ordenado a nivel mundial embargar las sociedades de origen alemán, como una forma de asfixiar al Eje Berlín – Roma – Tokio, sin que Colombia fuera la excepción. Aquí se había ordenado por el gobierno del liberal, Eduardo Santos (1938 – 1942) el embargo de la empresa Bavaria de origen alemán, fundada por Leopoldo Kop a finales siglo XIX.
Embargada la empresa Bavaria de propiedad de la firma alemana Handel, en el gobierno de López Pumarejo por un decreto, abiertamente contrario al espíritu del mundo de combatir a Alemania, desembargó la firma, lo que le permitió a su hijo Alfonso López Michelsen por entonces apoderado de la Handel tramitar su venta, con lo que el hijo presidencial se embolsillo una gruesa suma de dinero. Ese dinero lo pudo obtener por la decisión de su padre, el Presidente de la República, sin la cual no habría podido adelantar la venta de la empresa cervecera. Ese decreto tuvo como finalidad favorecer al hijo del Ejecutivo, poniendo el poder presidencial al servicio de la familia presidencial. El debate político no se hizo esperar, el liberal, representante a la Cámara, Eduardo Caballero Escovar lo impulsó, siendo objeto de ataques del gobierno, hecho que no lo amilanó, sino más bien lo impulsó a denunciar con más vehemencia.
El resultado del escándalo y el debate en el Congreso fue la renuncia del presidente López Pumarejo que se escudó en el hecho de que su segunda esposa se encontraba enferma para dimitir. De esa forma el país fue testigo que la corrupción de la familia presidencial tenía limites, cuando un congresista cercano al seno del gobierno, denunció en forma valiente el hecho.
La familia López, sin embargo, no dejó ese tipo de prácticas. Cuando gobernaba Alfonso López Michelsen (1974 – 1978), usó su investidura para ordenar la construcción de una carretera en el Casanare que pasara por una finca de propiedad de uno de sus hijos, Juan Manuel López Caballero, la finca La Libertad, lo que desató un gran escándalo por el que estuvo a punto de renunciar, teniendo su débil gobierno que soportar el último gran paro nacional que ha tenido el país, el de 1977. López se mantuvo en el poder, pero el escándalo lo acompañó hasta la tumba. Nunca pudo liberarse de su sombra.
Ahora cuando cualquiera pudiera pensar que ese tipo de hechos no volverían a ocurrir, el periodista, valiente por demás, Daniel Coronell puso al descubierto un escándalo de grandes proporciones, que por más que lo trate de ocultar el gobierno, saldrá a flote de aquí en adelante. Los hechos se circunscriben a que los hijos del Ejecutivo, Tomás y Jerónimo usando su parentesco se han convertido en unos nuevos ricos, siendo unos jóvenes que apenas inician sus carreras. Ellos se han visto beneficiados por la figura de su padre en los diferentes negocios que han iniciado. Son propietarios de la firma Salvarte que se dedica a comercializar artesanías compradas a bajos precios a los indígenas especialmente guajiros, empresa que fue beneficiada por Opain, concesionaria del aeropuerto El Dorado, que les dio un local allí, cuando difícilmente otro comerciante de gran trayectoria lo podía conseguir. Gajes de ser miembro de la familia presidencial. Pero ese no es el mayor escándalo.
El escándalo que denunció el periodista Coronell consiste en que los hijos del Ejecutivo compraron 33 hectáreas de tierra en el municipio de Mosquera (Cund) a Bavaria, una de las empresas más grandes del país y que da más aportes a las campañas políticas. Eso no tendría nada de raro, sino fuera porque el Alcalde de ese municipio, Álvaro Rozo por decreto le cambió el uso a esa tierra, de rural a urbano industrial, con lo que la valorizó enormemente. Quizá eso tampoco tendría nada de malo, si no fuera porque una empresa constituida por el alcalde, de la que hoy ya no hace parte, pero sus tres hijos sí y dos hermanos, compró una parte del terreno en un precio módico de algo más de 700 millones, después de que dicho terreno había sido beneficiado con la declaratoria de ZONA FRANCA, o lo que es lo mismo paraíso fiscal, laboral, financiero, etc.
La zona franca la declararon los Ministros de Comercio, Industria y Turismo, el de Hacienda y Crédito Público, y otros funcionarios más del Palacio de Nari, incluido el que finalmente la avala el Director de la DIAN. Todos subalternos del presidente y nombrados directamente por él. Esas compras, ventas, cambio de uso de la tierra, por supuesto no fueron hechos en forma directa por los hijos del Ejecutivo, sino por intermedio de fiducias, sociedades nuevas, socios panameños, etc., lo que no alcanzó para cubrir este hecho de corrupción, ya que en todos aparecen los nombres de los hijos de presidente en escrituras, certificados de existencia y representación, entre otros.
Un terreno que costaba inicialmente en el 2007 unos 2.700 millones de pesos, se convirtió por obra y gracia de la corrupción y tráfico de influencias en uno que vale unos 33.000 millones, sufrió en dos años un pobre incremento de 1.000%, cuando el salario mínimo ha sufrido un incremento de algo más de 10% en esos dos años y DMG apenas daba rendimientos de 150%. Esto demuestra que en Colombia el poder es para poder. Hasta cuando, pueblo colombiano. Usar el poder para enriquecerse además de configurar hechos delictivos, debería ser suficiente para que el gobierno empezara a tambalear como el de López Pumarejo en el 45, pero eso es mucho pedir, cuando todo se oculta y se hace ver por los medios de comunicación, endosados al gobierno, como hechos sin importancia.
Pero como si lo anterior no fuera suficiente, el senador Gustavo Petro denunció la ocurrencia de una reunión en donde participó Tomás Uribe Moreno el 9 de febrero de 2008 en el Ministerio de Transporte, donde se anunció la construcción de la doble calzada entre el municipio de Madrid y el peaje El Corzo, con lo que se valorizan algo más las propiedades de los hijos del presidente, ya que esa vía pasa justo al frente. El Ministro y el Gobernador de Cundinamarca contestaron que la reunión fue convocada por ellos, con alcaldes y funcionarios de los municipios del occidente cundinamarqués y en ella «fue invitado el señor Tomás Uribe Moreno, sin que emitiera opinión alguna», agregando que «Tanto el Ministro como el Gobernador expresamos públicamente que en estas Entidades no conocemos de trámites verbales o escritos de ninguna naturaleza por parte de los hermanos Tomás o Jerónimo Uribe Moreno». Nada sirve para medir el descaro de los actuales gobernantes colombinos, que están convencidos que la gran mayoría de los colombianos somos idiotas e incultos.
Nota: La lucha contra la segunda reelección presidencial será en las calles de Colombia por medio de una campaña de ABSTENCIÓN ACTIVA contra el referendo, como en el 2003, cuando ganamos ya que el gobierno no alcanzó la votación del 25% del censo requerida.
Foto: Archivo particular. Alcaldía Mosquera (Cundinamarca).
Aparecen (de iqz. a der.) Tomás Uribe, el alcalde Álvaro Rincón Rojas, el gobernador Andrés González y el ministro Andrés Uriel Gallego. Reunión del 9 de febrero de 2008 en el Ministerio de Transporte. ¿Qué hacía allí un particular?.