En las crisis los ricos se hacen más ricos y los pobres pasan a indigentes
César A. Luque F.
15/03/11
La crisis económica que agobia al mundo desde el 2008 contrario a lo que se pudiera pensar, en sana lógica, no afectó a los más ricos, como si a los más pobres. Por el contrario, los más ricos ahora lo son más, mientras los pobres son ahora más pobres. Lo anterior desmitifica esa posición que usan muchos empresarios, de que en las crisis los trabajadores deben renunciar a lo que han alcanzado fruto de largas luchas, esas que muchos trabajadores desconocen, y hasta mucho dirigente sindical deja de recordar, cuando debemos más que nunca tener presente la historia de la clase trabajadora, para que la actual no incurra en los mismos errores, y por lo menos se sonroje cuando pierde algún derecho, por no salir a defenderlo con el ahínco que se requiere.
Recientemente se ha conocido la lista de los más ricos del mundo, lista que me produce algunas reflexiones. El más rico sigue siendo Carlos Slim dueño de unos 75.000 millones de dólares, al frente del Grupo Carso, quien se enriqueció cuando el gobierno mexicano traspaso varios monopolios a sus manos, como Telmex, que la compró en 1.700 millones de dólares cuando valía 8.500 al corrupto presidente Carlos Salinas. En Colombia este empresario es dueño de Telmex que presta servicio de televisión paga, Internet y telefonía, así como de Comcel principal empresa de telefonía celular, agrupadas en América Móvil. Ahora será accionista en un 70% de la Tabasco Oil Company, empresa que explora y explota petróleo en nuestro país. También es uno de los más importantes inversionistas del periódico The New York Times, además de los grupos Independent News e Inbursa, entre otros. En el 2009 tenía una fortuna de 53.000 millones de dólares, es decir, en doce meses logró que su fortuna aumentara en 22.000 millones de dólares, o sea un 41.6%. ¡Que crisis!
Pero Slim no es el único. En el caso doméstico aparecen entre los más ricos dos colombianos, Luis Carlos Sarmiento Angulo, constructor y banquero, dueño del Grupo Aval (AV Villas, Corficolombiana, Bancos de Bogotá, Popular y Occidente, Porvenir y el grupo BAC Credomatic de Centroamérica) y de la constructora Luis Carlos Sarmiento dueña del Centro Empresarial de la Av. 26 que lleva el mismo nombre, ahora accionista en un 31% de El Tiempo y todos los medios que de ese periódico dependen, como la revista Don Juan, City Tv., el canal ET, y Julio Mario Santodomingo cervecero, empresario periodístico, dueño de Caracol Televisión, El Espectador y las revistas Cromos y Shock, además de ser uno de los principales accionista de la multinacional Cervera Sabmiller dueña de Bavaria, venta de cuya empresa nunca pagó los impuestos que significaban una suma de unos 30.000 millones de pesos (15 millones de dólares). Me imaginó que con parte de ese dinero y con lo que descuenta de sus impuestos construyó la torre que dio a la Universidad de los Andes, donde estudian los que esperan seguir gobernando al país y el Teatro Mayor que lleva su nombre en Bogotá. Así quedó como un mecenas, pudiendo descontar de sus impuestos lo que invirtió. Negocio doble, prestigio y ganancias juntas.
Luis Carlos Sarmiento Angulo que el año pasado ocupaba el puesto 135, hoy es el 75 más rico del mundo, pasando de una fortuna de 5.600 millones de dólares a la bobadita de 10.500 millones. Apenas aumentó su fortuna en 87.5%, mientras el aumento del salario mínimo fue del 4%. ¡Que diferencia! Claro entre sus ganancias está gran parte de los 8.5 billones de pesos que ganaron los bancos el año pasado, a costa de la gran mayoría del pueblo colombiano, incluidas las miles y miles de familias que a diario tienen que entregar sus viviendas luego de pagarlas por años, para aumentar las ganancias de los vampiros que se las han dizque financiado, cuando tienen que decidir entre comer o pagar la cuota de la vivienda.
A la par, Julio Mario Santodomingo impulsor como Sarmiento Angulo de Uribe y ahora de Santos, también ascendió en la lista de magnates. Con 8.400 millones de dólares aparece en el puesto 108. Un año antes estaba en el puesto 123 con 6.000 millones. En un año aumentó su fortuna en 40%. Definitivamente cerveza e información dan muy buenas ganancias.
En el grupo de los más ricos del mundo también aparece, para demostrar lo buen negocio que es el narcotráfico, Joaquín El Chapo Guzmán capo del Cártel de Sinaloa, verdadera cabeza de una multinacional del crimen, de la que hacen parte, según los entendidos, unas 3.500 empresas de diferentes naciones. Está en el puesto 1.140 con una fortuna de unos 1.000 millones.
Hoy hay en el mundo 1.210 millonarios con fortunas superiores a mil millones de dólares, 200 más que el año pasado, siendo Moscú la ciudad que más magnates tiene, 79 después que muchos lograron a través de la corrupción apoderarse de grandes empresas que eran estatales, tras la caída del régimen comunista, demostrando que la corrupción no es inherente al ser humano como dijo Miguel Nule, sino inherente al capitalismo. Rusia tiene un total de 101 millonarios, mientras China tiene 115. En América Latina hay 52 de estos ricos, entre ellos el presidente de Chile, Sebastián Piñera, que en el 2010 ocupaba el puesto 437 con 2.200 millones de dólares, ahora es el 488 con 2.400 millones, es decir, durante su primer año de gobierno ganó 200 millones. Aumentó su fortuna en 9.1%. La demagogia da frutos.
Todo esto me hace traer a colación lo que dijo en su columna Juan José Hoyos recordando al historiador Germán Arciniegas que había dicho: “Cuando me entero de que hay un nuevo millonario en Colombia, no me alegro. No sé por qué pienso enseguida en los miles de pobres que tienen que existir para que aparezca un nuevo millonario”, cuando ya Honoré de Balzac había acuñado la frase: “Detrás de cada fortuna siempre hay un crimen”.
Mientras en el mundo 1.210 millonarios gozan, siendo centros de atención, el mundo ve morir a 100.000 personas de hambre por día y un niño de menos de 10 años cada 5 segundos, mientras de los 7.000 millones de habitantes que tiene el planeta, 3.000 apenas sobreviven con menos de dos dólares diarios. De la población de nuestro país, el 48% es pobre y el 17% indigente, 28.428.000 colombianos, situación que nos debería llamar a reflexionar a todos y todos los días, pero sobre todo a actuar en consecuencia, de manera coherente, sin perder el rumbo, luchando para acabar las desigualdades.