¿CUÁL PROTECCIÓN DEL DERECHO DE ASOCIACIÓN SINDICAL?

Promesa hueca de Santos para lograr el TLC con EE.UU. con apoyo de la CGT

César A. Luque F.

28/04/11

En la pasada visita del presidente a EE.UU. se comprometió a defender a los sindicatos y los sindicalistas, todo para que los demócratas le aprueben el TLC, tratado que traerá más miseria a los colombianos, lo que preocupa a los sindicatos estadounidenses, no porque les importe de veras, sino porque saben que de abaratarse aún más la mano de obra en Colombia, muchas empresas emigraran para acá, acabando con miles de empleos en el país de norte.

Pero no solamente los sindicalistas norteamericanos perderán de entrar en vigencia el TLC, sino muchos sectores de la economía como el agropecuario, donde los arroceros, pero especialmente sus trabajadores perderán su forma de vida, como los avicultores, donde los cuartos traseros, comida para cerdos en EE.UU. llegarán para copar el mercado del pollo, dejando a más de 400.000 colombianos sin empleo, para citar algunos de los grandes afectados, por no mencionar universidades y bancos pequeños, todo a costa de un tratado que favorecerá los intereses de unos pocos, como los grandes comerciantes, intereses que movieron a Santos a prometer lo humano y lo divino a favor de los trabajadores, esos, muchos de los cuales, por desconocimiento y falta de compromiso de clase lo eligieron para que defendiera lo que nos lesiona.

Pero como dice el refrán popular, el que fácil promete difícilmente cumple. Además de prometer en EE.UU., en el Congreso de la Confederación General del Trabajo (CGT), entregada por sus directivos a Santos para que se luciera ante la opinión, completó las promesas que no son sino eso. Varios botones prueban que Colombia es el país más peligroso del mundo para ejercer el sindicalismo. Desde 1986 han sido asesinados 2654 sindicalistas, crimines en la impunidad en más del 98%, mientras se persiguen trabajo, asociación sindical, huelga, negociación colectiva y demás derechos de los trabajadores, bajo la mirada cómplice del ministro de la Protección Social, Mauricio Santamaría, que lidera un grupo de inspectores del trabajo en todo el país, masa burocrática amorfa, que, salvo contadísimas excepciones, nunca se atreve a sancionar a empleadores que violan los derechos de sus trabajadores. Pero eso no es lo peor. Han anunciado el nombramiento de 480 inspectores más, nombramientos a repartir entre los partidos de la manguala nacional.

Algunos ejemplos ilustran las mentiras de Santos y su ministro. Se ha atacado constantemente la negociación colectiva, cada vez se firman menos convenciones colectivas, se ataca el derecho de asociación sindical cuando crecen las Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA) de las que sus “dueños” no pueden formar sindicatos, porque no son trabajadores, sino dizque empresarios, mejor sería decirles, lo que son, esclavos modernos, cuando ya existen más de 12.000 CTA´s en todo el país, las que explotan a más de 2 millones de colombianos, se ataca incluso la convocatoria de Tribunales de Arbitramento que resuelvan las controversias empleadores – trabajadores.

En la Caja Colombiana de Compensación Familiar (Colsubsidio), patrimonio de los trabajadores, después de muchos atropellos, algunos de sus trabajadores se atrevieron el pasado 10 de abril a crear SINTRACOLSUBSIO integrado por 27 trabajadores de Bogotá y Boyacá. Dos días después, apenas luego de haber radicado la documentación legal en el Ministerio, 22 de los fundadores fueron despedidos, unos sin justa causa con el pago de indemnización, mientras a otros les crearon de manera injuriosa una causa para despedirlos, intentando acabar el naciente sindicato, situación que sus directivas pusieron en conocimiento del Ministerio de la Protección Social, donde los citaron para darles casi el sentido pésame por la desaparición de su sindicato. Claro, contrario a los deseos de la Caja, de la que hacen parte en su Consejo Directivo miembros de las centrales de trabajadores que no se escucha defiendan a sus iguales. Estos nuevos sindicalista han anunciado que darán la pelea, tanto en lo legal, como en el campo de la movilización. El jueves lo hicimos, cuando en un mitin ante las oficinas de la Caja, ésta le ordenó a su personal salir a gritar arengas contra los miembros del sindicato, como ¡desagradecidos! ¡mentirosos! ¡guerrilleros! ¡no queremos sindicato! ¡fuera! La lucha está planteada, y quienes convencidos estamos al lado de los trabajadores, no la vamos a rehuir, sino a aceptar.

SINTRAMETAL seccional Duitama pidió el 7 de abril de 2009 la convocatoria a un Tribunal de Arbitramento para que definiera de manera definitiva la controversia que lleva con DIACO S.A., empresa de la multinacional GERDAU, luego de crear la subdirectiva y lograr salvar 68 empleos de sus afiliados, el Ministerio de la Protección Social en lugar de decidir de manera rápida la petición, pasados 2 años no lo ha hecho, situación bajo la cual se ha escudado la empresa para no reajustar el salario de sus trabajadores desde el 2008, excepto en el 2011, intentando debilitar al sindicato, por eso en representación de ellos presente el pasado 25 de abril acción de tutela contra el Ministro en el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, buscando lo obliguen a cumplir su obligación, dejar de obstaculizar esa negociación. Que tristeza que para que ese funcionario, que dice defender a los trabajadores colombianos, cumpla su función haya que demandarlo. Estamos ahora aguardando el fallo.

En Gutemberto, después que Sintraindumecol denunciara la convención y presentara pliego, la empresa se negó a negociar. El colmo fue que la empresa denunció al sindicato ante el Ministerio de querer acabar la empresa, por exigir un pírrico reajuste salarial. La empresa pretende que el sindicato renuncie a la convención que tiene. Ya disuadió a varios trabajadores, que enfrentados a la encrucijada de ser un desempleado más, han renunciado al sindicato. Enterado un inspector del trabajo de la situación, exoneró a la empresa. Así Ministerio y empresa están demoliendo al sindicato, bajo argumentos falaces.

Y aún así, Santos, Angelino y Julio Roberto sostienen los supuestos beneficios del TLC, y mienten diciendo que respetan los derechos de los trabajadores, pero han de estar notificados, que no nos arredran, por lo que seguiremos luchando por recuperar lo que hemos perdido. Los que lucharon lo exigen y los que vendrán luego de nosotros también, a ellos les debemos rendir cuentas.

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