La Cámara debe representar los intereses regionales, no los de sus miembros.
César A. Luque F.
23/01/10
La Cámara de Representantes tiene 166 miembros, elegidos por las 32 circunscripciones departamentales, la del Distrito Capital (Bogotá), la de los residentes en el exterior, la indígena y la de las negritudes. Su integración tiene por objeto que en el Congreso se encuentren representados los intereses de todos los rincones del territorio nacional, ya que al Senado solamente llegan representantes de pocas regiones que tienen una alta representatividad política o un poder económico importante. Hoy la Cámara de Representantes tiene una lánguida imagen, allí llegan de las regiones personas casi iletradas, impulsadas por organizaciones criminales. No es sino ver lo que ocurrió con representantes de algunos departamentos. El departamento de Caldas elige 5 representantes. En el 2006 el Partido de la “U” logró 2 curules, el Partido Liberal otros 2 y el Movimiento de Salvación 1. Los dos liberales fueron detenidos por nexos con grupos paramilitares, y quienes los remplazaron, otros dos también terminaron detenidos. Solamente un liberal de esa lista ocupa una curul, la otra la perdió el departamento por sustracción de materia.
Al Magdalena le fue igual o peor. Ese departamento elige 5 representantes. En el 2006 salieron 2 elegidos dos por el partido Apertura Liberal, Jorge Luis Caballero y Rodrigo Roncallo, los dos terminaron detenidos en el proceso de la parapolítica; el Partido Conservador eligió a Alfonso Campo Escobar, también condenado por parapolítica; el Movimiento Moral logró alcanzar la curul de Karely Lara Vence, condenada por sus nexos con grupos de paramilitares, su remplazo Alonso de Jesús Ramírez también está detenido por los mismo, el único que se ha salvado es el representante de la “U”. !Qué representación!
Pero que decir del Chocó, sus 2 representantes, Odín Sánchez y Eulises Torres de la “U” y Cambio Radical, respectivamente. Odín es hermano del gobernador de ese departamento, Patrocinio Sánchez Montes de Oca.
Por fortuna los 18 que representan Bogotá están libres de procesos penales por nexos con grupos al margen de la ley. Muchos de ellos brillan es por su escaso trabajo a favor de la capital, estando ante la oportunidad de renovar la representación de Bogotá por diferentes circunstancias. En el 2006 salieron elegidos por el Partido de Social de Unidad Nacional, de la “U” (4), Cambio Radical (4), el Polo Democrático Alternativo (3), el Liberal (2), el País que soñamos (2), el Conservador (1), Convergencia Ciudadana (1), y Mira (1).
De los de la “U”, dos no volverán. Sandra Ceballos falleció durante el periodo, mientras Nicolás Uribe, usando su apellido es candidato al Senado. Enrique Barrios que nunca dejo oír su voz en la Cámara, de pronto la deja oír en su Iglesia la Iglesia Cristiana Internacional en tu presencia, donde es pastor y Lucero Cortés que se destacó más por los escándalos financiero – penales de su esposo, que por su labor legislativa.
De Cambio Radical no volverán uno. Juan Fernando Castro que falleció en el recinto de su Comisión. Germán Varón esta candidatizado, los mismo que Luis Felipe Barrios, pero en otro partido, la “U” después que junto a su superiora espiritual en la Misión Carismática Internacional, Claudia Rodríguez se pasaron al lado del presidente Uribe, tal como lo hizo también Ángel Custodio Cabrera otro “voltearepas” que hoy pretende regresar en nombre de la “U”.
De los del Polo Democrático Alternativo no regresaran dos. Wilson Borja y Venus Albeiro Silva, ambos por candidatizarse al Senado. Solamente Germán Navas intenta regresar, después de haberse convertido en el principal opositor al referendo reeleccionista en la Cámara.
De los partidos tradicionales, Liberal y Conservador, del primero no volverá, Germán Olano y del segundo Fernando Tamayo, ambos candidatos al Senado, el primero después de haber desperdiciado desde la Comisión de Acusaciones la oportunidad de castigar las conductas punibles del ex fiscal Luis Camilo Osorio. De Tamayo se sabe que iba a la Cámara a votar los proyectos del gobierno, y que es hermano de una concejal ya que nunca dejo oír su voz a favor de la capital, como no lo ha hecho Pablo Salamanca, el liberal, hermano de otro concejal, oscuro personaje de la ciudad.
Convergencia Ciudadana alcanzó una curul, la de ex misionero Rubén Darío Salazar, detenido y condenado por haber incurrido en trasteo de votos y de haberle cobrado parte del salario a alguno de sus colaboradores en la Cámara, del País que soñamos, antiguo movimiento político de Enrique Peñaloza logró dos curules, la de Simón Gaviria que haciendo gala de las mañas de su padre, por el voltearepismo llegó al Partido Liberal, donde encabezara la lista roja, mientras David Luna un dirigente joven y laborioso, aunque algo petulante, se ha reservado para candidatizarse a la Alcaldía. Mira, movimiento político – religioso eligió a Gloria Stella Díaz, quien nuevamente encabezara su lista cerrada, asegurando su curul.
Los representantes fallecidos fueron remplazados por Juan Manuel Hernández conocido politiquero bogotano y Telesforo Pedraza, curtido político conservador que acampó en la “U” y que ha regresado a las toldas azules.
De los 18 representantes elegidos, 2 fallecieron, 1 no se candidatiza para aspirar a la Alcaldía, 5 se han candidatizado al Senado, 1 perdió su curul por haber sido condenado, lo que suman 9 representantes que no estarán más en esa corporación, es decir, el 50%, mientras el otro 50% está en lucha por alcanzar una curul, lo que permite concluir que en está elección cualquier cosa puede suceder, pudiendo haber una renovación superior a la mitad, hecho que debería significar un vuelco en la política distrital. La ciudad merece estar bien representada en el Congreso, buenos candidatos si hay.
Nota: Valiente y claro políticamente el pronunciamiento del periodista, uno de los pocos que queda, Jorge Enrique Botero (El Tiempo, 23 de enero) dando contestación a las columnas del seudo intelectual, José Obdulio Gaviria, el ideólogo del régimen, que impulsa una doctrina que llama uribista. Por medio de la Fundación Primero Colombia impulsa un pensamiento de derecha que intenta copar todos los sectores sociales, trabajadores, campesinos, etc.